(Argentina, 2008)
Por Marina Moguillansky
La mirada febril, última película de Rafael Filipelli, fue un encargo del BAFICI por su décimo aniversario. Pero lejos de proponer una mirada aséptica y celebratoria, el resultado abre una serie de interrogantes e invita a la reflexión no sólo sobre el pasado del festival sino también sobre su presente y futuro. La película va alternando escenas ficcionales de una pareja de espectadores en distintas situaciones del BAFICI, con entrevistas y testimonios de personajes importantes de la historia del festival. La primera serie resulta quizás la menos atractiva, aunque capta cierto espíritu espectatorial del festival, se ve un poco artificial; mientras que la segunda acumula aciertos, construida con la lectura de textos y con entrevistas a actores centrales del escenario del cine en la Argentina. Entre estos personajes entrevistados se destacan los jóvenes directores y su relación con el festival, donde muchos encontraron un espacio para el lanzamiento de sus primeras películas. Es un retrato que se va tornando imperceptiblemente político al abrir preguntas y mostrar un abanico de miradas sobre el rol del cine en la Argentina, sobre la experimentación, la independencia, las propuestas estéticas, la profesión. Así es que en esta segunda serie, La mirada febril logra marcar el final de un encuentro, de cierto implícito pacto entre críticos y realizadores en lo que conocimos como Nuevo cine argentino. Esta unión que se fue resquebrajando y que se adivina destrozada en la entrevista a una de las figuras centrales del panorama de la crítica argentina.
10 de mayo de 2008
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