15 de marzo de 2008

Sobre "El Coraje del Pueblo", de Jorge Sanjines

Por Maria Victoria Romero


Por regla, ningún signo es en tanto no sea otro, esta negatividad se manifiesta en todo sistema de comunicación, esto incluye al cine; lo que quiero decir es que El Coraje del Pueblo es una película porque no es otra, pero esto no se debe a la regla de negatividad, sino a una elección del autor.

“Sinopsis: Jorge Sanjinés relata la masacre de la noche de San Juan durante el gobierno de Barrientos. Los personajes relatan sus vivencias, relacionadas con ese trágico acontecimiento, llevado a cabo por las fuerza represoras del general Barrientos, bajo el pretexto de sofocar un movimiento sindical subversivo vinculado a la guerrilla comandada por el 'Che' Guevara, en Bolivia”

He aquí una sinopsis de la película que comunica sencillamente y en pocas palabras de que trata El Coraje del Pueblo (1971). La impresión que particularmente me generó al leerla es que quien vio esta película cometió el error de tomarla solamente como un suceso artístico, y puntualmente cinematográfico. Creo que esta película no puede, ni debe tomarse como un hecho aislado o meramente artístico.

El Coraje del Pueblo, comienza contando sobre la vida del trabajador minero boliviano, y cómo la conjunción del poder capitalista esta siempre atenta al exterminio de quien proponga cortar las cadenas de opresión. La tríada asesina da cuenta de cuál es la base del capitalismo: aquí aparecen, en todos los casos de matanzas multitudinarias, tres figuras que representan al dueño de alguna empresa, al gobierno de turno y a algún representante de las fuerzas represivas. Es muy interesante la apuesta a un diálogo cinematográfico dialéctico, ya que en la primera parte del film mediante un montaje fotográfico se muestran imágenes de otras seis represiones ocurridas además de la Masacre de San Juan, que es el hecho narrado en dicho film.

El hecho cotidiano, es decir, el aspecto “real” deja camino al hecho narrado. Que el film este protagonizado por aquellas personas que vivieron ese 24 de junio, es una muestra más de lo que más arriba destaca la intención del director: su compromiso de lucha. No puedo dejar de destacar el compromiso de quienes de la misma manera formaron parte de este proceso, quienes dan vida a los personajes: hombres y mujeres que encarnaron a ellos mismos o a sus compañeros asesinados, y que también son ejemplo de su deber. Trabajadores que quieren (conjuntamente al director) mostrar cual es el motivo de su explotación, cómo por acción u omisión quien no pone el cuerpo también es cómplice de esta injusticia. Dando cuenta que los acontecimientos que se muestran son procesos.


Una escena llamó particularmente mi atención, la que muestra a un joven victima de la represión del 24 de junio, imposibilitado de caminar, mientras una voz en off cuenta lo que le pasó: el hombre esta sentado en su silla de ruedas, con un pequeño telar entre sus manos, realizando alguna artesanía, cuando termina el relato de la voz en off, éste mira a la cámara. Esto podría interpretarse como mensaje al espectador, a aquel otro que mira, proponiéndole dejar de lado la mirada pasiva y reconocerse como parte activa de cada uno de los procesos sociales, llamándolo a despertar y accionar.

La apuesta a un nuevo lenguaje cinematográfico, como la de Sanjinés en El coraje del pueblo, en el que la dialéctica opera desnaturalizando los hechos “cotidianos”, es el reto que debe exigir quien apuesta a un cine útil, con una finalidad concreta que no se agote en el entretenimiento.


Ficha técnica:
Dirección: Jorge Sanjinés. Guión: Oscar Soria y Jorge Sanjinés. Producción: Grupo Ukamau y Radio Televisión Italiana. Fotografía: Antonio Eguino. Actúan: Domitila Chungara, Eusebio Gironda, Victor Hugo Baspineiro, Vicente Verneros, Gilberto Bernal. Año de estreno: 1971

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