26 de abril de 2006

Eros y Tanatos

Sobre "Los próximos pasados" de Lorena Muñoz (Argentina, 2005)

Por Alejandra Portela

Cuando Lorena Muñoz realiza en el 2003 su primera película lo hace en co dirección con el crítico y teórico de cine Sergio Wolf. Yo no sé qué me han hecho tus ojos, biografiaba a la cantante Ada Falcón de un modo innovador: jugando con los límites entre la ficción y el documental, no mucho, lo suficiente como para desenmarañando el proceso investigativo transformándolo en una pesquisa cuasi policial, reglas genéricas incluidas. Aquel documental tuvo un éxito inusitado en la cartelera de Buenos Aires. En Los próximos pasados, que se pudo ver en el reciente BAFICI, Muñoz vuelve a abrevar en la cultura argentina, esta vez en las artes plásticas: la historia de un mural por encargo pintado en la quinta de uno de los hombres más ricos de la Argentina en la década del 30: producto de su exilio político, y fundacional en la evolución del muralismo mexicano, “Ejercicio Plástico” fue realizado por David Alfaro Siqueiros en un sótano de una quinta de Don Torcuato en la Pcia de Bueos Aires y expoliado en los 90 para ser vendido al exterior. Hoy el mural entero está desarmado y depositado en 5 containers en la Provincia de Buenos Aires, en medio de una lucha burocrática y judicial. En el camino, la película de Muñoz elige articularse sobre dos ejes: por un lado identificar el proceso de creación del mural con el proceso amoroso, convirtiéndolo en el leit motiv de la historia: un triángulo amoroso entre Natalio Botana (su comitente), el artista mexicano Siqueiros y Blanca Luz. Por otro lado, es el relato de un expolio, el de una de las obras más importantes del arte mexicano. Eros y Tanatos. La película parece preguntar: dónde fueron a parar esas pasiones, esas historias de traiciones y de creación iluminadora si el mural ya no está.? Vida y muerte. Futuro y pasado en Los próximos pasados. Un documental modelo. El desafío de Muñoz es invitar a pensar en la cultura como una red imbricada de problemas que no necesariamente requieren de un cierre o una solución. No hay linealidad lógica en la resolución de las preguntas por los procesos culturales. El amor que provoca la creación encuentra una contrapartida ridícula (no lógica) en el abandono del mural dentro de containers (excelente la documentación de archivo). La vida fascinante de Ada Falcón tiene también un final desangelado: una reclusión voluntaria y mística, provocada también por amor. La reconstrucción a escala del mural encargada a artistas del IUNA aporta un lugar de dramatización y curiosidad, a la vez que le da la visión totalizadora. El rescate de películas familiares filmadas cuando la quinta estaba aún en pie, el documento de la extracción del mural desde dentro de la casa por la empresa de Ingenieros contratada, las entrevistas a los descendientes de Castagnino, Berni, Spilimbergo, que colaboraron con Siqueiros.

Excelente y conmovedor, Los próximos pasados dispara además, desde su título, una pregunta hacia el futuro: ¿cuántos próximos pasados habrá para desentrañar? Maltratados, olvidados, inmersos en problemas coyunturales, de mediocridad y existencialismo. Mientras el documental argentino tenga este rigor e interés por dilucidarlos, una porción de ese pasado parece estar salvado…